Pipes of Peace

La Tregua de Navidad de 1914: cuando la Navidad venció a la guerra 

Primera Guerra Mundial. Este trágico acontecimiento, una de las mayores y peores crueldades que ha cometido el ser humano últimamente, ha sido reconocida entre otras cosas por las trincheras. Efectivamente, existían kilómetros y kilómetros de soldados protegidos por trincheras, unos enfrente de otros, disparándose todo lo que tenían durante meses y meses… con muy poco resultado real, por cuanto no había avances demasiado significativos. En ese ambiente irrespirable y cruel, el día de Nochebuena de 1914 sucedió algo extraño. Los disparos fueron disminuyendo lentamente, hasta que pararon por completo: primero los alemanes, luego los aliados.
Durante ese día de Navidad, las treguas se sucedieron a lo largo de todo el frente. Grupos de alemanes, franceses y británicos se citaban en terreno de nadie para hablar, intercambiar cigarrillos, bebida, y comentar como iba la guerra. Incluso hay una historia, que nunca se ha confirmado fehacientemente, que cuenta que en algún lugar del frente se llegó a jugar un partido de fútbol entre los dos bandos.
Por otro lado, se aprovechó la tregua para recoger a los muertos de los dos bandos y darles sepultura, muchas veces ayudados por soldados del lado contrario.
Toda esta “fiesta” acabó cuando los oficiales al mando, (ellos no estaban en las trincheras), ordenaron que se acabaran las muestras de confraternización con el enemigo, y amenazaron con tribunales de guerra para el que desobedeciera.
Desde entonces, este acontecimiento ha sido celebrado como una muestra de que la paz y los buenos sentimientos son posibles aún a pesar de las peores circunstancias. El vídeo de Paul MacCartney se basa precisamente en este hecho.

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